El misterioso mundo
espiritual
Desde la noche de los tiempos, algunos hombres tuvieron una
comunicación fluida con un mundo invisible, un mundo al que solo ellos podían
acceder. Quienes de ellos pudieron administrar el poder oculto de este reino, manifestando
portentos y milagros fueron respetados y seguidos por un pueblo elegido. Estos
hombres trasmitieron a los suyos sus vivencias y estas se convirtieron en
verdades irrefutables de las religiones que nacieron a su sombra. Quienes estuvieron a su lado y les siguieron,
nunca tuvieron acceso a aquellas visiones y encuentros, pero advirtieron que
era posible introducir el miedo a algo que nadie podía ver y que de hecho no
existía. Así usaron el poder de los dioses para esclavizar a todos los pueblos de
la tierra... y aun hoy sucede.
Con estas raíces el hombre ha concebido a Dios de distintas
formas, todo producto del oscurantismo y la perversa acción de los hostiles,
por lo que ninguna de ellas es válida. Solo un libro, La Biblia entre millones
de libros, nos cuenta la verdadera historia temporal del mundo espiritual.
Aunque paradójicamente, quienes dicen ser depositarios de su palabra
tergiversaron su contenido privando a la humanidad de la verdad y el poder de
la palabra.
Durante siglos el mensaje de Jesucristo ha tratado de ser
reformado, retocado o maquillado, para quitarle su fuerza natural. Las diversas
traducciones llevadas a cabo por la iglesia católica cambiaron el significado
total de ciertas palabras comenzando nada menos que por el nombre mismo de
Dios.
El mensaje de paz, de amor, y un poder espiritual
inimaginable, fue transformado en odio, miedo y un poder terrenal sin
precedentes. Hoy las iglesias tratan de volver su mirada a un Jesús que nos
suplica que nos volvamos hacia él, pero el poder de este mundo mancha y saca
del camino a la mayoría.:
Una religión nacida en la Babilonia del último siglo domina
el mundo. El estilo de vida americano esconde a la bestia apocalíptica que
luchara contra el cordero y será vencida.
La Biblia tiene el objetivo de conectar al hombre con su
historia y principalmente con el mundo espiritual a cual pertenece. Lo que
sigue es la verdadera y desconocida Palara de Dios. Les invito a retomar el
camino que Jesús nos mostró, el contenido en general de esta obra puede
resultar controversial, pero se ajusta totalmente a la escritura bíblica,
cotejada en algunos pasajes con los originales en Hebraico y Griego.
Comience a percibir lo invisible.
Que es el mundo Espiritual
Que es el mundo Espiritual
El mundo espiritual, al que vamos a entrar – aquel que interiormente creemos que no
existe hasta que nos es revelado – está sustentado por tres entidades
gloriosas:
El Padre Dios, sin genealogía, sin días, creador primero,
quien hizo y conoce las piedras de fuego, todo lo que ellas contienen, su
tiempo, sus escenarios, personajes y final. Nada es fuera de Él.
Su hijo Jehová, único que puede tomar las piedras de fuego y
expandir sus cielos. Él creó este universo con la voluntad de hacer la raza
adámica, a semejanza de los seres que habitan los cielos, pero con un cuerpo en
el espacio y el tiempo. Él es el mismo
que para desentrañar el misterio del hombre y su rebelión, vino a nosotros como
Jesús, el hijo del hombre, el Adán nuevo. Quien puso de manifiesto las obras de
Satanás, teniendo en su cuerpo la prueba irrefutable de su traición, quien
traspaso la muerte llevando su cuerpo a la eternidad con un nombre nuevo, y
haciéndose puente de nuestros cuerpos y espíritus a una nueva morada.
Y El Espíritu Santo que es el soporte, “la tela” sobre la
cual se pega la creación, el velo que separa lo carnal de lo espiritual, el que
se despliega sobre las piedras de fuego para dar sustento a cada partícula que
existe.
Estemos en la situación que estemos, en este mundo somos
súbditos de satanás. Aunque se piense que aquellos que más sufren, los
delincuentes o los depravados estén bajo la influencia diabólica, también lo
está cualquier persona, desde una estrella de cine, un empresario, científico y
hasta el más caritativo y bondadoso de nuestros amigos, la única excepción a
esta generalidad son aquellos que han creído en Jesús y están guardados del
mundo. Es imposible conocer a Jesús cuando creemos que somos ricos, que tenemos
todo y que de nada tenemos necesidad. El vino a los perdidos, a los enfermos, y
a quienes claman al cielo por salvación. Nadie que desee tener el poder de los
cielos lo tendrá, ya que solo este está, con los que nada desean.
Así al clamar a Jesús, al acercarnos a él y recibirle,
aunque no sepamos lo que estamos haciendo, haremos que el Espíritu Santo llegue
a nosotros de una forma nueva, no solo como el sustento de nuestros cuerpos y
espíritus en este universo, sino como un amigo, como el consolador que nos
viene a convencer de que somos pecadores. Si lo hacemos y vemos la obra de
Satanás en nosotros, si nos arrepentimos de nuestra participación en el pecado
si sacamos a luz nuestras iniquidades y sentimos que no somos merecedores por
nosotros mismos de la salvación, y que hemos sido miserables, dignos de
lástima, ciegos, y desnudos, Él nos convierte en seres complejos, capaces de
transformar con nuestro espíritu el mundo material que nos rodea.
Una cuestión
espiritual
Cuando en teología hablamos de un espíritu, estamos
refiriéndonos a un ser, o seres, que teniendo una existencia real, no se pueden
percibir con nuestros sentidos físicos.
Estos no tienen cuerpo, no los podemos ver , nuestros oídos
no pueden escucharles, no se pueden medir y aun así, de alguna manera hay
muchos que manifiestan que pueden percibirles.
Pero cuando alguien dice que ve algo que nadie más puede
ver, o que percibe cosas que otro no, se dice que esta persona padece de una
“Percepción Alterada de la Realidad”. Lo que es el signo más evidente, y la
manifestación más clara de la esquizofrenia, según la medicina, el trastorno
mental más devastador que puede sufrir un ser humano.
Ante todo esto, deberíamos suponer que los espíritus, son
solo una imaginación de aquellos que cree verles, y por lo tanto, algo
inexistente. Pero esto no es así, y es aquí donde comienza el largo (o corto)
camino del verdadero conocimiento.
Desde que nacemos se nos enseña a vivir en el mundo real,
que solo aquello que podemos palpar y percibir sensorialmente es realidad y que
todo lo que vemos en los cuentos – en la forma que estos se presenten –
constituyen parte de la fantasía y por lo tanto son irreales .
Se remata el asesinato espiritual, cuando se les induce a
los niños prácticamente desde su nacimiento a creer en el “milagro” de la
navidad o los presentes que traerán el niño dios, papa Noel, Santa Claus, o la
llegada de los Reyes Magos, como una repuesta sobrenatural a nuestro pedido.
Luego al pasar los años se descubre la perversa realidad de
que no existen estos personajes, que quienes más amamos mintieron y aprendemos
que esa mentira no la volveremos a creer. El engaño que vino del cielo
persistirá así en nuestra madurez, diciéndonos que cualquier cosa que tenga que
ver con un milagro es simplemente una mentira.
Generalmente cuando estamos por descubrir cosas de este
mundo espiritual, suceden otras que nos alejan de nuestro objetivo, y nos
clavan aún más en la mundanalidad, a veces caemos con tanta fuerza que quedamos
clavados en el piso, generalmente estas cosas que nos clavan en el piso se
llaman pecados, y la herramienta que nos ayuda a desclavarnos se llama
arrepentimiento, este hace que nuestro maestro con fuerza, nos tome para que
sigamos buscando.
La percepción de la
realidad
La realidad, está formada por aquello que percibimos, por
aquello que no podemos percibir y por lo que percibimos erróneamente,
Percibimos cuerpos sólidos como materia coherentemente compacta, sin percibir
que el 99,9E27 de esta materia en
realidad es nada y el resto solo partículas de energía sin masa, contenidas por
aquel que llena todo: el Espíritu Santo del Padre.
Los portales
espirituales
“En principio se apareció como un sueño, y fue cobrando
paulatinamente una fuerza increíble, supe en ese momento que se trataba de una
“visión”, y, a partir de aquel suceso mi
vida no volvió a ser la misma.”
Las visiones se presentan ante nuestra mente temporal como
un instante, ella la concibe como un suceso ocurrido en un lapso de tiempo muy
corto, confuso, e impactante, que es imposible de analizar racionalmente.
La visión es el suceso que abre el portal de la percepción a
la realidad, lo que sucede es que la realidad es tan compleja, que si
pudiéramos percibirla completamente, difícilmente podríamos sobrevivir. Las impresiones, imágenes, fuerzas, seres,
lugares y portentos, que se nos aparecerían harían que nuestro cerebro
colapsara con toda una información imposible de procesar.
El portal de la percepción existe en cada ser y esta
normalmente cerrado, esto nos mantiene dentro del “mundo real” y alejados
completamente de las capacidades que tuvo el hombre original, el Adán bíblico.
Cuando el hombre traspasa esos portales intentando acceder
ilegalmente a ese mundo desconocido del espíritu, su mente se confunde, y sale
de su cauce. Esto sucede cuando un programa interno, un daemon – que todos poseemos – y que contiene las
instrucciones originales del género humano, detecta una actividad ilegal de
querer penetrar al mundo espiritual por caminos no permitidos, (la hechicería,
la magia las religiones falsas, o el satanismo)
y pone en marcha una serie de secuencias que abren ciertas áreas de la
percepción que confunden la actividad cerebral normal y la persona cae víctima
de una paranoia irreversible que lo inhabilita a proseguir su vida, llevándolo
a un mundo de locura e inacción.
¿Pero quién puede
abrir o cerrar ese portal?
Todos están tan ocupados en sus diarias tareas, que no se
preocupan por nada de lo que pasa fuera de ese ámbito perceptible que forman
las cosas a su alrededor. Traspasar este portal es una cuestión muy delicada,
pero hay quienes que con algún temor o aprensión lo hacen buscando obtener
bienestar, poder, placer, y acceden a través de sectas, brujos o brujas, (que
nada tienen que ver con los personajes de los cuentos) como una alternativa
“blanda” para lograr sus objetivos, Otros son los que hallándose enfermos,
buscan curarse a través chamanes, médicos del cielo, o caen en la trampa de la
medicina humana. También están aquellos que solo buscan manipular las fuerzas
espirituales “ocultas” a su antojo, para tomar el dominio y control sobre otros
seres. Todos ellos, incluidos los que caen bajo la trampa del horóscopo, el
tarot, los juegos mágicos, las cábalas, las supersticiones, o cualquier forma
de ocultismo o superchería son enemigos de Dios, y por lo tanto excluidos de su
presencia así en la tierra como en el cielo y privados de toda manifestación
espiritual proveniente del Espíritu Santo.
Abandonar el pensamiento de este mundo es el desafío más
grande a nuestra formación diabólica. Si logramos vencerla ciertamente,
podremos avanzar por el poder que nos pertenece, el poder sobre la vida y la
muerte.